La casa Gaia siempre ha estado atenta y sensible al medio ambiente que la rodea, es por un estilo de vida sostenible, por eso para su construcción ha elegido el innovador sistema de hormigón celular autoclavado Ytong para un nuevo edificio verdaderamente sostenible: el sistema, producido con únicamente materias primas de origen natural, arena, cal y agua, ofrece unos valores óptimos de aislamiento térmico para un elevado ahorro energético, obteniendo en este sentido las más importantes certificaciones internacionales en materia de ecología y sostenibilidad medioambiental.

 

 

 

Con el fin de limitar su "impacto", pero sobre todo en la conciencia de que la energía significa calor, bienestar, calidad de vida, pero que con demasiada frecuencia se consume sin saber las consecuencias, para la producción de electricidad, la casa Gaia se equipó con paneles. La iluminación fotovoltaica y de jardines utiliza únicamente lámparas de bajo consumo energético.

 

 

 

 

Pero la energía no es sólo una fuente de vida preciosa, inestimable, también lo es el agua, que también debe ser utilizada sin derroches innecesarios, y también el medio ambiente que para salvaguardarlo La casa Gaia realiza una cuidadosa recogida selectiva utilizando los contenedores especiales también a disposición de sus huéspedes.

 

 

 


Pero para que unas vacaciones además de estar pendientes también sean cómodas, los huéspedes podrán disfrutar del gran jardín exclusivo, deleitándose a la sombra del olivo centenario o mejor dicho de la gran morera en cómodas tumbonas; también pueden comer al aire libre en la logia cubierta por la pérgola de madera, obviamente con vistas al jardín; pueden dar un saludable paseo o más bien una tonificante carrera en los grandes espacios verdes de los que dispone La casa Gaia, una hectárea de verdor entre cipreses, eleagnus, alcornoques, encinas, pimienta rosa, adelfas, olivos, árboles frutales como las higueras , algarroba, granada, cítricos como naranjas, mandarinas, limones... o si prefieren una actividad un poco más lúdica... ¡diviértanse con una buena partida de ping pong!

Pero incluso los más pequeños pueden disfrutar de los amplios espacios verdes y jugar con total tranquilidad con los juegos puestos a su disposición, respirando aire puro en contacto directo con la naturaleza.

Y después de haberse deleitado con nuestras playas, nuestro maravilloso interior, nuestra gastronomía, nuestra artesanía, a la hora que más les convenga los huéspedes volverán a La casa Gaia obviamente aparcando en su interior, de hecho también las llaves de la puerta, y disfrutarán de la absoluta tranquilidad que ofrece La casa Gaia.                                                                      

 
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